Un merecido ascenso

27.06.2016 23:32

 

El Ramón y Cajal UGR, el RACA, ha conseguido el ascenso a la categoría de segunda femenino. Cuando tuve la entrevista con las jugadoras esto era aún un sueño, un anhelo, un objetivo merecido. En su haber tenían unos buenos resultados deportivos y sentían que iban "a ganar por compañerismo". 

Han ganado y con el convencimiento de que este es un deporte de equipo,  que una sola no gana. “Hay compromiso, buen ambiente, respeto y valoración de la compañera, confianza. Todas aportamos, cada una importa y conoce su rol, unas veces toca agitar la toalla y otras meter canasta”. ¿Qué es un rol?, lo tienen claro, es algo que se va construyendo con el tiempo, de lo que tiene conciencia la jugadora, que le hace saber que ha de hacer. El rol de una jugadora se define por el efecto que tiene en el equipo, durante un partido, el rol "de quien va a activar al equipo" o el rol "de quien va a calmarlo". Son ejemplos de eso que llaman "el rol", que surge y es consciente desde y por el equipo.

Han conseguido “su merecido ascenso” con habilidad y ganas de ganar. ¿Es cuestión de tener un don?, ¿es cuestión de tener ganas?. “Tener un don es tener talento baloncestístico,” la calidad. “Hay jugadoras super talentosas,  y otras con muchísimas ganas. Para tener un buen rendimiento como jugadora, hace falta talento, pero algo más. Talento sin actitud no sirve. Es desaprovechar un don que te ha dado la vida”.

Han empezado a jugar baloncesto desde niñas, con siete y ocho año, algunas más tarde a los doce o catorce. Practicaban otros deportes, como natación, alguna jugaba a futbol y la cambiaron, otra voleibol y se quedo con el baloncesto porque lo considera “más dinámico, más de contacto”. Por algún motivo, “quizás el clima de equipo te anima”, han elegido baloncesto y en ello forjan un estilo de vida que marca sus relaciones de amistad. Quizás también por todo lo que han obtenido con la práctica de este deporte, como “confianza, seguridad en mi misma; capacidad de mejorar aunque las circunstancias sean muy difíciles”. También libertad, responsabilidad, control de los nervios en los momentos de tensión, competitividad, respeto, euforia, saber organizarse en los estudios o algo tan amplio como un estilo de vida saludable.

Las jugadoras de este equipo, en los momentos de adversidad, piensan:  “se gana o se aprende pero nunca nos rendimos”; en ese momento en el que hay que sacar fuerzas donde no quedan, se dicen que “el dolor es temporal, la victoria es para siempre” y “ que si lo intentas puedes conseguirlo, solo depende de ti”. O no se piensa y otras se dejan sentir , sólo sentir, que pueden y sí pueden.