Tener pasión

Cuando Matejka De Rocco llegó al boxeo pesaba cuarenta y siete kilos, era una “canija” que entraba en un gimnasio de hombres. Había practicado otros deportes, contactado con las artes marciales, pero el boxeo era un reto que tenia y que decidió a afrontar. Según ella le facilita la actividad que necesita, porque “el trabajo y la niña no son suficientes”.

Se ha encontrado con el apoyo de sus compañeros del gimnasio, y sentido decepción con comentarios como “¿estas loca?  o “bueno pues ahora te daremos siempre la razón”, eso es un poquito triste porque, nos comenta: "no usamos el boxeo como arma de comunicación".

Dedica dos horas a entrenar todos los días, salvo uno al mes. Valora como cualidades la agilidad y los reflejos, porque la fuerza se puede obtener. En el boxeo encuentra los valores del respeto y la humildad y aconseja a quien empieza que no se venga nunca abajo. Lo  importante, nos dice, es que te lo creas y que si te caes un día al siguiente te levantes y sagas adelante.

Esta mujer, que ahora nos rie, se ilusiona con llegar a ser tan buena como para tener su primer combate y ganarlo por K.o. ¡Hay que tener pasión!. También para bajar las escaleras por la mañana.