Ser docente es conocer a la otra persona y hacer que se sienta reconocida

Después de nueve años en equipos de voleibol y su paso por la división de honor, María Belén Cueto dejo atrás otros nueve años de docencia en institutos antes de entrar en la Facultad de Ciencias del Deporte. Un largo camino que aún no acaba, con “metas volantes”: cinco años de carrera universitaria, dos de doctorado, tesis, años de docencia como interina, hijos, una plaza de voleibol en la facultad, un año compaginando colegio, facultad y familia con la ilusión de defender la plaza ante un comité externo. Y mientras, dar clases, investigar en el campo del voleibol y de la iniciación deportiva, supervisar trabajos fin de grado y trabajos fin de master...

En el ámbito de la iniciación, se ocupa de la perdida de actividad deportiva que se observa en niñas de doce a trece años, al inicio de los estudios de secundaria. María Belén es parte de “Mami deporte” un proyecto, de la Facultad de Ciencias del Deporte, del que hablaremos en otra entrevista y que anticipo trata de facilitar el arraigo deportivo favoreciendo, a las niñas y a los niños, modelos maternos de práctica deportiva.

Sus investigaciones en ámbitos de interés para el entrenamiento y la medicina deportiva, están dirigidas al deporte de élite. En esa lucha continua de Belén , en que ella se supera, la docencia ocupa un papel central. Su alumnado tiene una edad en la que saben que cosas quieren hacer. La docencia le permite conocerles y lograr que se sientan reconocidos.

Dejamos aquí el encuentro con María Belén Cueto, volveremos con ella y “Mami deporte”. Con atención plena en cada momento, pensando lo que hay que hacer en cada situación..