Sentir, oler, oír y gustar el deporte.

31.05.2016 00:42

Encontrase en un grupo de zumba con mujeres que las une la práctica deportiva y disponer de resto visual o haber perdido toda capacidad visual no es frecuente, al menos para mi. Si además de eso dos son hermanas , una de ellas medallista de ciclismo tandem paralímpico y trabajadora en la UGR,  la otra dedica su tiempo de jubilación al yoga, la expresión corporal, al senderismo de media montaña y correr con guía, Cristina y Conchi Mataix. Y si además su compañera de ejercicio es Maria Carmen Millán, trabajadora en la ONCE. Creo que entenderéis que estoy ante uno de los grupos que más me han dado que pensar sobre el tratamiento al deporte en Granada y mas allá de Granada.

Practicar zumba, es una actividad aeróbica que cada una ha elegido por una razón especial, Conchi porque le gusta el baile y lo toma por esa faceta, Cristina por distracción y Maria Carmen por prácticar una actividad física y pasar un buen rato. Dentro de las actividades deportivas, esta es fácil de realizar y cuentan con una monitora que conoce las características del colectivo con el que trabaja.

Una vez jubilada Conchi Mataix dispuso de tiempo para el deporte, de eso hace un año y medio. Antes su actividad se resumía entre el trabajo y la casa. Ahora ya se plantea competir en atletismo. En el deporte “consigue tranquilidad”, se “quita el estrés por la ceguera”. Cuando llegan momentos de bajón, esos “en los que tirarías la toalla” hacer deporte le ayuda a dejar atrás el día. “Una hora nadando me hace sentir mejor y quita la ansiedad”. Ella hace años dejo el atletismo por la ceguera y haber vuelto es un reto y una fuente de satisfacción. Lo ha hecho posible contratar un monitor que hace de guía, ambos sujetos a una cuerda en forma de ocho, él va guiando, indicando izquierda o derecha, unos cuatro quilómetros y medio, que es su progreso en los pocos meses que lleva. 

Para Maria Carmen y Cristina es difícil sacar tiempo para el deporte; compaginar trabajo, casa y deporte. Ganan en autonomía, aprenden gestos que “si no los has visto no sabes como se hacen”. “El deporte es un medio de rehabilitación” “fuente de ánimos”. Cristina Mataix compitió durante dos años en tándem, una especialidad que exige compenetración, sincronía y control permanente  de la bicicleta. En esa época “ganaba medallas y trofeos, entrenaba de lunes a domingo”, ahora ese ritmo no es posible, ni su trabajo le permite ausentarse la semana que pueda durar una competición. Dejó el ciclismo de competición en 1996, mantiene el ciclismo los fines de semana. 

Mari Carmen Millán lleva dos años practicando actividad aeróbica. El taller de zumba es un momento en el “que una vez que te pones acaba bien el día. Al final dices, no he dejado esta actividad sino que me he enfrentado a ella”. Ninguna considera que les genere limitación el hecho de ser mujer. Es verdad que la mayoría de quienes practican son hombres, hay alguna mujer pero la mayoría son hombres. La pregunta esta servida: ¿por qué?

Hay equipos de goalball y futbol, son masculinos. Recuerdan a la granadina Belén Perez, ciclismo, oro en Barcelona92, dos plata y tres bronces en los X JJPP Atlanta… Dicen que desde la organización se dan igual opciones, no hay una especial motivación a los hombres… “Puede ser que mantenerse en el mundo laboral y llevar su casa les reste tiempo para la competición” no solo el tiempo que lleva competir un fin de semana, es “es necesario dedicarle tiempo, entrenar horas todos los días”. Esta claro que no se les pone fácil a las mujeres. Al final no es una cuestión de recursos ni física.