Ganar en calidad de vida
27.05.2016 12:16
Inmaculada Gonzalez nunca pensó dedicarse a la actividad deportiva como una profesión. Había tenido interés en los deportes pero no aparecen significativamente en el relato de su vida hasta avanzada esta. Antes aparecen circunstancias como no tener muy definido lo que hacer, casarse muy joven, iniciar estudios y dejarlos por unas circunstancias que la hicieron ponerse a trabajar. Montó una empresa de servicios, empezó desde la nada a levantar una empresa que llegó a tener varios empleados. En los inicios de la empresa su vivencia fue buena, luego estuvo varios años sintiéndose “en medio” como responsable de las decisiones de otras personas, de los errores de otros, de obligaciones en materias que desconocía, acumulando tensión, con perdida de alegría en el trabajo y de "su propia espiritualidad”.
Hace doce años Inmaculada se apuntó a Taichi pensando que era un arte marcial y descubrió la tranquilidad. Poco a poco quedó atrapada con el Taichi dedicándole cada vez más tiempo y estudio. Después, en su búsqueda de aprender, empezó con Gaspar Garcia, que ha sido su maestro en el Chikung. Esto le ha servido para afianzarse en otra filosofía de vida y recuperar la espiritualidad. Empezó porque "quería aprender esta actividad bien”, poco a poco fue soltando su anterior empresa y adentrándose en un camino que la “llena a nivel físico, profesional e interior”.
Actualmente es instructora de Chikung y profesora de Pilates y Taichi. Trabaja con varios grupos cuatro días a la semana, mañana y tarde en distintas localidades. Más de veinte horas semanales dedicadas a compartir con otras personas cordialidad, sonrisas y bienestar. Inmaculada no pensó en ganarse la vida con el deporte, pero además ha ganado calidad de vida. Ha trabajado mucho su propio cambio en estas disciplinas. Aceptar el propio tiempo, avanzar respetándose. “Al principio también quería hacer posiciones en las que sentía dolor, yo les digo a las alumnas siente tu cuerpo, si algo no va bien modifícalo.” Poco a poco, cada una a su nivel, con el trabajo, se van superando.
Como en las demás disciplinas también aquí hay quienes enseñan, quienes dan orientaciones y quienes aprenden. También aquí veo en quien aprende su propia maestra. Maestra, que lo es acallando el diálogo interior y dejando a la alumna demostrar lo que sabe; maestra, sintiendo el propio cuerpo y modificando lo que no va bien.
Inmaculada dice que no dedica su pensamiento a la adversidad, sigue adelante, sigue con la práctica. Su reto es llegar a más personas con la meditación y el Chikung , quizás cursos intensivos, de fin de semana…