El tenis de mesa es un deporte individual, ¿o no?

Fátima Bocanegra, Yu Ting He y Angela García responden a la pregunta. “No, es de equipo; hay muchas veces que necesitas ese apoyo de tus compañeras para los puntos decisivos”. “Si, el apoyo de las compañeras es muy importante, pero aunque estés jugando en una competición de equipos, cada una se juega individualmente el punto”. “Te pueden ayudar, la motivación ayuda, pero aún así…”, las repuestas no corresponden a la secuencia de nombres, son tres formas de verlo.

Fátima y Angela empezaron con ocho años, la primera con su hermano, en el caso de Angela se inició a raíz de una exhibición en su colegio, donde se formo una escuela y aunque esta desapareció por poca asistencia ella continuó en el equipo de Caja Granada. Yu Ting tiene raíces familiares “pinponeras”, su abuelo jugaba y su padre juega profesional, se fue metiendo desde 1998 en este deporte y cuando las tres se conocieron formaron el equipo femenino. Cuando empezaron llegaron a pensar en dedicarse a esto profesionalmente, competían y tenían buenos resultados, luego esta idea se desvanece. 

Las tres hacen un balance, al final tienes que elegir, valorar tiempo, esfuerzo, resultados y beneficio a medio plazo. Pero el tenis de mesa sigue, You Ting tiene periodos en los que quisiera dedicarle más, pero sacar seis horas diarias para alcanzar el nivel que exige una competición internacional teniendo estudios, prácticas, trabajo y deporte no le da para más que para pisar el entrenamiento cuando tiene liga de competición. En el caso de Angela cuando era pequeña competía a nivel más alto, tenia más tiempo y ahora ese tiempo lo ha priorizado a sus estudios. Fátima dedica dos o tres días a la semana al entrenamiento.  Mantener un alto nivel de competición, es hoy un reto para ellas que forman parte de las últimas jugadoras, en división de honor, en esta disciplina en Granada; junto a tres bastetanas más jóvenes que les apoyan de suplentes.

“Los centros de alto rendimiento están en Madrid y Barcelona, muchas en Andalucía se han ido allí, o le ha pasado como a nosotras que han prioridad los estudios”. Angeles añade, “cada vez menos mujeres lo practican, empiezan pero duran poco tiempo, los clubs dan prioridad a los equipos masculinos y quizás esto reduzca la motivación de las niñas”. Yu Ting: “ a los hombres se les financia, las mujeres juegan pero no cobran; quieras que no esto afecta a la motivación”. Hablan de la misma categoría, no de los entrenadores - jugadores, sino de los jugadores aunque estos luego se vean motivados a dedicarle tiempo a apoyar a categorías inferiores. Hay financiación de la Junta de Andalucía para este deporte, “pero si hay poco dinero se destina al equipo masculino, al femenino lo mínimo que son los desplazamientos”.  ¿Un ejemplo de la indirecta?: “En 2105, en máxima categoría, se negaron a gastarse dinero para completar el equipo, jugamos con una jugadora que empezaba ese año. Eso en el equipo masculino no pasa”, bajaron a división de honor.

El positivismo no lo dejan pero no las silencia. “Si nos quedamos sólo con lo anterior las mujeres van a decir no renta esto”. A Fatima el tenis de mesa le permite desconexión, relajación, una pausa necesaria para rendir en sus estudios. Angela defiende el compromiso con las compañeras, que con esfuerzo se consigue prácticamente todo lo que se propone y Yu Ting obtiene adrenalina, aprender a sociabilizarse y haber descubierto su pasión por viajar. 

En los momentos difíciles Yu Ting esta centrada en el punto, hasta el once no se termina. Si se pierde el partido para Angela quedan las sensaciones, si se ha jugado bien o si no se ha dado todo lo que se podía. Si se hubiese entrenado más… dar lo máximo la próxima vez. El tenis de mesa, esta vivo en ellas. Fátima se plantea volver a la competición, cuando acabe sus estudios, y disfrutar de las sensaciones que tuvo antes. Estamos en un deporte en el que la toma de decisiones s produce en milisegundos, que exige paciencia, que entrena la capacidad de concentración, donde cualquier detalle es importante. Un deporte individual donde el compañerismo esta patente.